EDUCAR, MISIÓN PARA ACOMPAÑAR A CADA UNO A SER LO QUE ESTÁ LLAMADO A SER

Por Mg. María Rosa Paredes

Reflexión:

Construir a la persona humana es una tarea y una labor de los educadores diaria y compleja, en la

educación, cada acto es un bocado que almacena en vez de carbohidratos, conocimiento y experiencia.

Y si abordamos el tema de la educación llegaríamos entonces a la conclusión que posee hoy en día dos

vertientes; una que viene de la pandemia y otra qué es el lenguaje inclusivo.

Si nos detenemos en este último decimos que el lenguaje es un sistema de comunicación dónde hay

comunión entre la persona y otro ser. Alguien puede decirnos que nacemos con el lenguaje, yo, prefiero

decir que el lenguaje es universal al hombre.

Pero el lenguaje hoy en día está siendo engañado, confundido tal como las personas. Hasta inclusive en

los sectores donde el lenguaje inclusivo es una moda.

Por eso, es momento de recurrir a una ventana interior del ser donde la luz es incandescente, dónde se

encuentra la verdad, donde se logra reconocer lo falso de lo verdadero.

No es tarea fácil pero combinar verdad con justicia es encontrar educación social.

Y así, (ya que la función del lenguaje es referencial y representativo) se llegara a "Estatizar', no sólo se

vulneraría la dignidad humana, o a la educación, sino que, se atormentará a la persona humana al

aniquilar parte de su identidad y de su paz interior. Y atormentar a la persona humana no solo es delito

o pecado sino, es quitarle una parte de su estabilidad, de su comprensión.

Entonces es inherente a nosotros educadores, catequistas, padres y madres, que podamos discernir,

incluyendo. Es inherente qué no podamos advertir un fenómeno destructivo, de uno que edifica a la

persona humana.

Que no podamos hablar de un tema sin que la voz se levante es triste. Pero que no podamos defender

aquello que es un lenguaje benigno de aquel que utiliza la inclusión poniendo en peligro a la educación, a la persona humana y hasta la sociedad misma vulnerando y destruyendo una parte de su dignidad es mas triste aún.

El lenguaje inclusivo es una miseria política qué toca a la persona humana y a toda la familia.

Qué aleja de nuestro ser a la verdad y que íntima al propio lenguaje a confundirlo, e intimida la lucidez

verbal y semántica que toda comunicación posee.

Todo aquello que separa a la persona humana de su ser interior debe ser considerado agresivo, pero,

todo aquello que impida desarrollar la verdad es traición humana.

Percibir es parte de la esencia humana pero no abraza a toda la verdad. Yo percibo por azar, por

voluntad o por emoción.

Más la totalidad que nos abraza y nos mueve hacia la verdad y nos conmueve hacia la esencia que todo

ser humano es, no abraza la percepción, sino, que abraza aquello que verdaderamente es por designio

de Dios.